Un rostro tosco, casi sin barbilla, con una gran nariz, piernas cortas y un cuerpo robusto. El retrato de los neandertales, a partir del análisis de sus huesos, ha cimentado la idea de que aquellos humanos que vivieron en Europa desde hace 230.000 y hasta hace 28.000 años, eran torpes, incapaces de progresar y, por tanto, sucumbieron ante la llegada, desde África, de una especie mucho más inteligente, la nuestra.
Pero este egocéntrico retrato de la historia se tambalea tras los hallazgos que se han producido en los últimos años. El más reciente, unos adornos corporales realizados con conchas y recipientes para guardar sus pinturas decorativas que han sido encontradas en Murcia por el equipo del investigador portugués Joao Zilhao, actualmente en la Universidad de Bristol.
Estas piezas del rompecabezas neandertal se suman a otras que representan a unos seres humanos que no eran nada tontos y que, probablemente, acabaron extinguiéndose por un crisol de factorescomo el cambio en el clima, su dispersión geográfica, una población genética muy pequeña y, ya en su declive, la llegada de competencia.
Hoy sabemos que se comunicaban entre ellos (tienen el gen FOX P2 del lenguaje, pero se desconoce si su capacidad lingüística era como la del 'Homo sapiens'), que vivían en bandas dentro de cuevas-campamento que acondicionaban y que cubrían el suelo con pieles , como ha comprobado el director delIPHES, Eudald Carbonell, en el yacimiento de Abric Romaní en Capellanes (Barcelona); también usaban trípodes para asar la cazaque acompañaban con frutos recolectados. Sabemos queenterraban a sus muertos y, en 2009, el norteamericano Metin Eren incluso defendía en un trabajo que sus herramientas fueron más eficientes y duraderas que las de los sapiens.
Todo ello no ha hecho sino echar leña a un debate que no cesa en torno a su capacidad de innovar o solamente copiar lo que hacían los vecinos recién llegados.
Los adornos encontrados por el equipo de Zilhao en la cueva de los Aviones y la de Antón, publicados en 'Proceedings of National Academy of Science' (PNAS), podrían poner fin a la polémica. "Estas decoraciones corporales indican un pensamiento simbólico hace 50.000 años, 10.000 años antes que de llegaran los 'sapiens' a Europa, así que no les pudieron copiar. Y son adornos que identifican a las personas, lo que indica que tenían redes sociales complejas. También fabricaban un pegamento mediante un sofisticado proceso con calor. Todo ello evidencia que sus cerebros eran como los nuestros", dice Zilhao.
El paleontólogo luso está entre los defensores de la conocida como teoría indigenista, que defiende que entre ambas humanidades hubo intercambio genético, dado que eran especies casi iguales. Es decir, que los neandertales fueron absorbidos y dejaron su huella. Esto es algo que, de momento, el ADN prácticamente ha descartado.
"Puede que se cruzaran sin tener descendencia", apunta el arqueólogo Enrique Baquedano. Para este experto, director del Museo Arqueológico de Madrid, la polémica sigue: "No creo que los neandertales hicieran herramientas más sofisticadas. Los 'sapiens' tenían flechas y arcos, lo que les permitía atacar y defenderse a distancia. Los yacimientos neandertales más avanzados son los chapelterronienses, muy tardíos, y pudieron ser fruto del intercambio cultural", apunta dando alas a la teoría de la copia.
El catedrático Valentín Villaverde, de la Universidad de Valencia, coautor del hallazgo con Zilhao, sin embargo, cree que las diferencias son adaptativas: "Hay un fondo común en el origen del simbolismo, de un antepasado lejano de ambas especies, pero la evolución dependió de factores externos e internos. Su capacidad cognitiva era la misma, pero los neandertales eran pocos y dispersos;puede que no tuvieran arcos porque no habían llegado a desarrollarse hasta ese punto cuando desaparecieron. Ellos eran eficaces en la caza. Su derrota no fue por su incapacidad, sino por las circunstancias», defiende el experto.
Es lo mismo que defiende Carbonell:"Si el 'Homo heilderbergesis', hace 400.000 años, ya tenía un comportamiento simbólico, no me sorprende nada que lo tengan los neandertales, que ya hacían grabados y son una forma de escritura incipiente. Ya el enterramiento en la Sima de los Huesos de Atapuerca fue consciente, y ello ya es simbólico. Sin diferencias físicas, serían igual que nosotros. Pero tenían muchos factores en contra y hubieran desaparecido con o sin 'sapiens'", asegura.
Su colega Antonio Rosas, paleobiólogo del Museo Nacional de Ciencias Naturales, que codirige las excavaciones en la cueva de El Sidrón (Asturias), es más cauto. "Me creo el último hallazgo en un 95%. Yo creo que ambas especies son humanidades distintas y sus capacidades debían ser diferentes. Quizá la datación de las conchas varíe con nuevas técnicas o quizá la cueva estuvo sumergida en el mar y todo se movió. También puede que la naturaleza inventara lo mismo dos veces", argumenta.
Rosas no niega que sigue el debate porque en el registro arqueológico siempre falta información. "Lo analizamos como el escenario de un crimen, pero no tenemos nunca testigos que nos confirmen lo que vemos", apunta.
"Se trata de entender que hubo otra forma de ser humano y que somos únicos por casualidad. Ellos vivían felices en Europa y llegaron unos de África y se extinguieron, pero hubo muchos factores en esa desaparición y los cromagnones sólo les dieron el tiro de gracia", concluye.